El impacto de las noticias falsas en la sociedad

Jonathan Swift escribió “La falsedad vuela y la verdad viene cojeando tras ella“.  El sesgo entre la verdad y la mentira se confunden en la redes sociales con la masificación de las noticias falsas o Fakes News, que diariamente generan personas, instituciones o empresas inescrupulosas con un solo fin: desinformar.

Verashni Pillay quien es Jefa de la Redacción en el Huffington Post (Sudáfrica) indica que “Los bulos e informaciones trucadas emponzoñan nuestra labor profesional. Actualmente, el público alberga dudas sobre cualquier información que se difunda. No cabe duda de que las informaciones falsas han asestado un duro golpe a las relaciones entre el público y los medios informativos“. Entonces ¿Por qué algunas personas creen más fácilmente en las noticias falsas? Esto ha originado una serie de estudios a nivel mundial como la publicada por el periódico el Pais y basada en Twitter, en donde se detecta que la difusión de bulos en las redes afecta a todos los ámbitos, pero sobre todo, al político…pero, que sucede cuando existen hechos generados por la naturaleza como una erupción volcanica, un sismo, inundación o un huracán? En Guatemala, con la explosión del volcan de fuego en el año 2018, se generaron campañas de información falsa que tuvieron un impacto emocional en la población, al punto de crear perfiles falsos para emitir comentarios ofensivos.

La población sabe que la información falsa es un problema, entonces ¿por qué la leen, la comparten y la promueven? y es que radica en el poder de convicción de las mismas, la falta de veracidad en el momento aunado a la zozobra y el temor que lo alimenta.

Segun el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de Colombia “Es común encontrar cadenas de WhatsApp, audios, videos e imágenes sin fuentes claras o que corresponden a otros hechos que buscan generar impacto emocional y así garantizar la difusión masiva. En redes sociales como Facebook es común la viralización de notas de portales dedicados a las ‘fake news’ y en Twitter se hacen populares trinos de cuentas falsas o imágenes de supuestos mensajes que nunca existieron. Además, el envío de correos electrónicos de usuarios desconocidos o mensajes de texto contribuyen en dicha viralización.

En EEUU la población ve las noticias falsas como un temas mas preocupante que el racismo, la inmigración ilegal y el terrorismo, pero, en Latinoamérica se ha convertido en algo normal las cadenas de desinformación cuando suceden hechos que impactan a la sociedad, generado por pequeños focos en internet dedicados a difundir imágenes, notas, audios o videos ajenos a lo que sucede; creando a la vez, un sesgo en familiares que se encuentran fuera de sus países como preocupación, zozobra y miedos fundados por lo que “puedan estar pasando sus familias”  en esos momentos.

El sensacionalismo y sencillez de los mensajes falsos, los hacen creíbles, convincentes y en algunos extremos, reales.

Para Kari Huhta, Especialista en Asuntos Diplomáticos de Helsingin Sanomat (Finlandia) indica que “Se tiende a veces a exagerar apresuradamente el impacto que tiene la información falsa en el periodismo. No quiero, ni mucho menos, tomarme este asunto a la ligera, ya que las noticias falsas plantean un grave reto a la sociedad y las instituciones. Lo que hay que entender es que los bulos e informaciones trucadas no tienen por finalidad relatar los hechos de otra manera, sino que apuntan a minar la credibilidad de las instituciones y del periodismo, aunque no exclusivamente“.

Debemos de verificar las fuentes de cada mensaje, audio, video o imagen antes de publicarlos ya que la vigilancia, es una de las grandes herramientas para poder detener las noticias falsas.

Redacción OGDI con fuentes de Unesco, El Pais y turnitin