¿Son los autos eléctricos más peligrosos en la carretera?
El auge de los automóviles eléctricos (EVs) en las carreteras ha planteado un nuevo conjunto de desafíos en términos de seguridad vial. Un análisis de datos recientes revela que los EVs podrían estar involucrados en más accidentes de tráfico que sus contrapartes de gasolina. Esto plantea la pregunta: ¿son realmente más peligrosos los autos eléctricos?
Una de las principales preocupaciones es su diseño silencioso. A diferencia de los autos tradicionales, los vehículos eléctricos emiten muy poco ruido, lo que dificulta que los peatones y ciclistas los detecten. Según un estudio, las probabilidades de colisionar con un peatón aumentan en un 39% para los autos híbridos y eléctricos en áreas urbanas con límites de velocidad inferiores a 35 mph. Además, la aceleración instantánea de estos vehículos, combinada con su mayor peso, puede aumentar la gravedad de los accidentes.
El peso: un factor clave en los accidentes
El peso adicional de los vehículos eléctricos, como el GMC Hummer EV, que pesa hasta 9,500 libras, es otro factor de riesgo. Los autos más pesados requieren distancias de frenado más largas, lo que podría provocar accidentes más graves, especialmente en zonas urbanas densamente pobladas. A nivel mundial, las muertes de peatones han aumentado en un 80% desde 2009, y los expertos señalan que la transición hacia vehículos eléctricos más pesados puede estar contribuyendo a este incremento.
Un estudio realizado en Noruega mostró que, aunque los autos eléctricos representaban casi el 7% del tráfico en 2018, solo participaron en el 3.1% de los accidentes viales. Sin embargo, estos accidentes tienden a ocurrir con mayor frecuencia en áreas urbanas, y durante las horas pico de la mañana y la tarde, lo que refleja el uso de los EVs principalmente para el transporte urbano diario.
Avances tecnológicos y desafíos futuros
A pesar de los riesgos, los vehículos eléctricos están equipados con tecnologías avanzadas de asistencia al conductor, como frenos automáticos y sistemas de prevención de colisiones, que pueden mitigar algunos de estos peligros. Tesla, por ejemplo, ha reportado una reducción significativa en la tasa de accidentes cuando su función de conducción autónoma está activada.
Los expertos en seguridad vial sostienen que el verdadero desafío no radica solo en el diseño de los vehículos, sino en la necesidad de mejorar la infraestructura vial y la capacitación de los conductores para adaptarse a estas nuevas tecnologías. El futuro de la movilidad eléctrica es prometedor, pero para garantizar la seguridad de todos los usuarios de la carretera, es esencial abordar estos desafíos de manera integral.