Violencia sexual en línea: Una amenaza silenciosa para las mujeres en Guatemala

La violencia sexual en línea es una problemática creciente en Guatemala que afecta de manera particular a las mujeres, amplificando las ya arraigadas desigualdades de género en el país. Con la expansión del acceso a Internet, las agresiones digitales, como el acoso, la sextorsión y la difusión no consentida de material íntimo, han aumentado exponencialmente, impactando principalmente a mujeres y niñas.

El Ministerio Público (MP) ha reportado un aumento considerable de delitos sexuales en línea. Según el Observatorio de la Mujer, en 2022 se registraron 45,996 denuncias de violencia contra mujeres y niñas, lo que significa que en promedio 13 mujeres son víctimas de agresiones diarias en Guatemala ​(IEPADES). Entre estas víctimas, una parte importante corresponde a delitos relacionados con la violencia sexual en línea, como el grooming y la sextorsión. Estos delitos no solo atentan contra la integridad física y emocional de las víctimas, sino que también tienen efectos devastadores en su reputación y vida social.

En términos de violación sexual, 4,938 mujeres fueron identificadas como víctimas en 2022, lo que refleja la persistencia de este tipo de delitos en el país ​(La Hora). Aunque no todas estas violaciones ocurrieron en un contexto digital, muchas veces las plataformas en línea facilitan el acceso de los perpetradores a las víctimas.

La Fundación Sobrevivientes y otras organizaciones como IEPADES han señalado que la violencia sexual digital está profundamente vinculada a la falta de educación digital y la impunidad. Muchas mujeres no se atreven a denunciar debido al temor al estigma social, lo que alimenta el ciclo de violencia. De hecho, uno de los mayores retos es el subregistro de casos, ya que las víctimas suelen ser coaccionadas para guardar silencio​ (INE Guatemala)​ (IEPADES).

Además, el Instituto Nacional de Estadística (INE) destaca que de las denuncias recibidas en 2022, el 27% estaban relacionadas con violencia hacia mujeres y niñas, lo que evidencia la magnitud de este fenómeno. El acoso en redes sociales es otra forma de violencia sexual en línea que se ha vuelto cada vez más común, afectando tanto a jóvenes como a mujeres adultas​ (INE Guatemala). Este tipo de acoso no solo incluye mensajes inapropiados, sino también amenazas de publicar material íntimo sin consentimiento, lo que agrava el sufrimiento psicológico de las víctimas.

Una de las iniciativas más recientes para combatir esta problemática es la ampliación de la Ley SVET, que ahora incluye delitos como el uso de deepfakes y la clonación de voces para la explotación sexual​(IEPADES). Esta actualización es esencial para hacer frente a los retos que presentan las nuevas tecnologías y su mal uso en la perpetuación de la violencia sexual.

No obstante, la falta de recursos y capacitación en el sistema judicial para abordar estos casos sigue siendo un obstáculo. Muchas denuncias no logran llegar a juicio debido a la escasez de pruebas y la falta de protocolos especializados para investigar delitos digitales. A pesar de esto, organizaciones como el Observatorio Guatemalteco de Delitos Informáticos (OGDI) están trabajando para visibilizar la problemática y fomentar la denuncia, ofreciendo información preventivas y coordinando con La Comisión Intersectorial de Tecnologías de Información y Comunicación -CITIC- a través de La Secretaría Contra la Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas (SVET) con la cual hemos entablado una cooperación bilateral sobre diversos temas que afectan e impactan a la población, entre ella, la violencia que sufren las mujeres en internet.

Las estadísticas revelan una realidad alarmante: el 73% de las mujeres que sufren violencia sexual en línea no denuncian a sus agresores por miedo a represalias o a no ser tomadas en serio ​(IEPADES) ​(La Hora). Para cambiar esta situación, es crucial que el Estado implemente políticas efectivas de prevención y protección, y que las plataformas digitales refuercen sus mecanismos de seguridad para proteger a las usuarias.

Podemos ver que la violencia sexual en línea contra mujeres en Guatemala es una amenaza latente y que vá en incremento, lo que amerita una respuesta inmediata y coordinada entre muchas instituciones públicas y privadas. Solo a través de la educación, el fortalecimiento de las leyes y la denuncia se podrá comenzar a reducir el impacto devastador que tiene sobre las vidas de miles de guatemaltecas este flagelo.

Fuentes:

  1. La Cuerda: El Silencio que Desgarra el Tejido Social
  2. Instituto Nacional de Estadística (INE): Bases de datos sobre violencia contra la mujer
  3. La Hora: Delitos contra la mujer y la niñez