TikTok, ¿caballo de Troya de China para manipular gustos y pensamientos?
¿Por qué es TikTok tan popular? Existen varias teorías al respecto. Hay quien señala su usabilidad, ya que cuenta con un diseño cómodo y sencillo de emplear. También se pondera su capacidad como plataforma de micro-entretenimiento. Para muchas personas (TikTok tiene 1.398 mil millones de usuarios activos mensuales, según BusinessOfApps) el uso de esta red social es un bálsamo de entretenimiento durante varios minutos al día (95 de media, más que la mayoría de las redes sociales), gracias a que los vídeos son cortos y divertidos. Por su parte, la consultora Clear M&C Saatchi ha cifrado el gusto de los usuarios por TikTok en tres factores: mantenerse al día, aprender y conectar.
No obstante, tanta popularidad genera recelo entre algunos de los principales garantes de la ciberseguridad en el mundo occidental. En esa línea, se enmarca la consideración del FBI (la Policía Federal de Estados Unidos) de esta red social como amenaza a la seguridad nacional de aquel país. Las suspicacias son tan elevadas -máxime tras la crisis de los presuntos globos espía- que el gobierno de Estados Unidos ha aprobado una ley que obliga a los funcionarios a eliminarlo de sus teléfonos. Seguramente, una de las personas que mejor ha descrito y sintetizado este estado de paranoia y desconfianza sea el senador de Texas, Ted Cruz, quien ha denunciado TikTok como “un caballo de Troya que el Partido Comunista Chino puede usar para influir en lo que los estadounidenses ven, escuchan y, en última instancia, piensan”.
El caballo de Troya, ese artilugio con forma de enorme caballo de madera empleado por los aqueos como una estrategia para introducirse en la ciudad fortificada de Troya mediante el engaño, es la imagen que cada vez más políticos y analistas tienen de TikTok para occidente en el momento actual: un atractivo envoltorio de contenidos audiovisuales, como bailes virales, lanzamientos de estrellas mediáticas de la generación Z y contenido de horas de duración para adolescentes hambrientos de entretenimiento, detrás del cual se esconde una sofisticada herramienta de recopilación de datos, gustos e intereses de cientos de millones de personas, así como un instrumento sutil de adoctrinamiento, que gracias a su algoritmo dice a esas personas sobre qué tienen que reflexionar y cómo hacerlo.
Un proyecto de ley bipartidista, que pone de acuerdo a demócratas y republicanos, presentado en el Congreso estadounidense en diciembre de 2022, estipula prohibir el uso de la aplicación en todos los ámbitos en los Estados Unidos.
Este debate, hecho de insidias y sospechas, que comenzó con la administración Trump, ha continuado bajo la presidencia de Biden. Además de la prohibición de la aplicación en todos los dispositivos del gobierno federal, al menos 27 estados han bloqueado TikTok en los dispositivos digitales de sus administraciones públicas, lo que también afecta a varias escuelas y universidades estatales. Por si todo esto fuera poco, un proyecto de ley bipartidista, que pone de acuerdo a demócratas y republicanos, presentado en el Congreso estadounidense en diciembre de 2022, estipula prohibir el uso de la aplicación en todos los ámbitos en los Estados Unidos.
También en Europa se recela de TikTok
El escepticismo hacia TikTok también se está expandiendo a Europa. Algunos políticos, haciéndose eco de sus homólogos con sede en Washington, sostienen que TikTok representa un riesgo para la seguridad y advierten que los responsables de esta red social podrían entregar datos de usuarios a las autoridades chinas. También alertan de la posibilidad que esta plataforma pueda ser empleada como una herramienta de propaganda por parte del gobierno chino, lo que se traduce en que esta red social puede estar influyendo sutilmente en los más de mil millones de usuarios activos mensuales en una dirección que encaje con los objetivos de la política exterior china.
Estamos ante un caso muy representativo del aumento de las tensiones chino-occidentales, donde pelear por la tecnología opera en una doble dirección. Por un lado, alimenta una paranoia genuina sobre el espionaje; por otro, aviva la fanfarronería geopolítica y el patrioterismo de cada uno de los actores implicados. En la era de la “splinternet” (ciberbalcanización, que considera Internet como un ámbito fragmentado y dividido debido a varios factores, como la tecnología, el comercio, la política, el nacionalismo, la religión y los intereses nacionales divergentes), las preocupaciones sobre la soberanía de los datos y los flujos de información van en aumento. La forma en que los gobiernos occidentales respondan a TikTok podría marcar tendencia en la manera en que se regula la tecnología en las próximas décadas.
Mala praxis de TikTok en el uso de la información
Si bien las acusaciones de que TikTok entrega datos de usuarios al gobierno chino hasta el momento no tienen fundamento, la reputación de la aplicación sobre su confiabilidad recibió un duro golpe en diciembre con la revelación de que los empleados de ByteDance (la empresa matriz de TikTok) accedieron a los datos de TikTok en un intento de rastrear el paradero de varios periodistas occidentales que estaban informando sobre prácticas cuestionables de TikTok, para así descubrir sus fuentes dentro de la empresa china.
Representantes de la red social se han reunido recientemente con las comisiones europeas del ramo tecnológico para dar garantías sobre la privacidad de los datos y la moderación del contenido.
Respecto a esa información, TikTok detalla que los empleados responsables de ese acceso indebido a la información fueron despedidos. De cualquier manera, la transgresión sirvió como catalizador de las aprensiones que rodean a la empresa y los protocolos de privacidad de datos de la aplicación. Para paliar sospechas y desconfianzas, representantes de la red social se han reunido recientemente con las comisiones europeas del ramo tecnológico para dar garantías sobre la privacidad de los datos y la moderación del contenido, en el contexto de cómo la empresa planea cumplir con la nueva regulación de servicios digitales de la UE. El eurodiputado belga Tom Vandendriessche, no obstante, advierte de que “TikTok está recopilando los datos de nuestros ciudadanos”.
En cualquier caso, conviene señalar que esta no es la única empresa que se ha involucrado en esta práctica: las empresas estadounidenses, incluidas Microsoft y Uber, también han sido declaradas culpables de rastrear a usuarios individuales a través de sus productos en el pasado. Pero en EE. UU. la noticia llegó en un momento muy delicado para la empresa. “Este debería ser el último clavo en el ataúd de la idea de que EE.UU. puede confiar en TikTok”, tuiteó Brendan Carr, miembro de la Comisión Federal de Comunicaciones de EE. UU.
La consideración sobre TikTok en Europa es, a día de hoy, un tanto diferente. Hasta ahora, los representantes de la UE han presentado menos recelos sobre TikTok y la ubicación de su empresa matriz. Las instituciones europeas están examinando cuestiones de privacidad de datos. Tanto es así que el comisionado de protección de datos de Irlanda abrió dos investigaciones sobre la empresa en 2021: una se centró en su manejo de datos de niños y la otra para verificar que sus transferencias de datos a China cumplieron con la legislación de datos de la UE. Facebook y Google también han visto cuestionadas su privacidad de datos de Europa, hasta el punto de que la UE está discute actualmente con los EE.UU. sobre si se debe permitir que los datos de la UE se envíen allí, por temor a que las agencias de inteligencia de los EE.UU. puedan procesarlos.
“Si bien algunas preguntas sobre TikTok y nuestra herencia china se han politizado, nos tomamos muy en serio las preocupaciones sobre seguridad nacional”, ha afirmado Theo Bertram, vicepresidente de políticas públicas y relaciones gubernamentales en Europa de TikTok.
¿Sobredimensionadas las amenazas de TikTok?
Tanto la privacidad de los datos como las amenazas de manipulación de contenido citadas por los políticos actualmente carecen de evidencia convincente, considera Graham Webster, académico de investigación y editor en jefe del Proyecto DigiChina en el Centro de Política Cibernética de la Universidad de Stanford en California.“Creo que ambas teorías son posibles, pero en este punto ambas requieren una cantidad significativa de imaginación para constituir realmente una amenaza a la seguridad nacional de los EE.UU.”, estima Webster. No obstante, no cree que sea descabellado pensar en esta etapa que los funcionarios chinos puedan tener acceso no autorizado a los datos de los usuarios de TikTok. “Pero tienes que argumentar por qué ese acceso puede usarse de tal manera que constituya una amenaza para la seguridad nacional”, dice.
“Hay muchas formas en que los gobiernos extranjeros pueden acceder a los datos cde los ciudadanos de los Estados Unidos”, apunta Anupam Chander, profesor de derecho y tecnología en el Centro de Derecho de la Universidad de Georgetown, Washington DC, quien considera que “TikTok parece ser un canal poco probable para la recopilación de datos por parte del gobierno chino, debido a la naturaleza en gran parte pública de la actividad en la aplicación”.
Dejando a un lado los problemas de privacidad de datos, ¿qué pasa con el argumento del “caballo de Troya” presentado por políticos como Ted Cruz? ¿TikTok está inculcando secretamente en la generación Z el gusto por los temas de conversación del Partido Comunista Chino? En 2019, The Guardian reveló búsquedas en TikTok que sofocaban cualquier mención de la Plaza de Tiananmen, la independencia tibetana o Falun Gong, temas que Pekín censura de manera sistemática. Al respecto, TikTok argumenta que esos resultados no reflejan su política actual y que desde entonces han adoptado una estrategia de moderación de contenido localizado adaptada a cada región.
Como último contrapunto, a favor de la red social china funciona un estudio de 2021/22 elaborado por el Centro de Excelencia de Comunicaciones Estratégicas de la OTAN, que resalta favorablemente a TikTok en comparación con otras plataformas en la lucha contra la manipulación de datos (quedando en segundo lugar después de Twitter y por delante de Facebook, Instagram y YouTube). El informe, no obstante, recomienda a la plataforma china una mayor cooperación con investigadores externos para facilitar el estudio de la moderación de contenido en la plataforma, algo que un portavoz de TikTok dice que la aplicación quiere desarrollar.