Pandillas tras las rejas: cómo operan con testaferros externos
En un operativo, agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) y miembros de la División Nacional contra el Desarrollo Criminal de las Pandillas (Dipanda) llevaron a cabo una inspección en un sector específico de la cárcel de Izabal.
Durante esta requisa lograron incautar cinco teléfonos móviles, tarjetas SIM, objetos punzocortantes y cables. Este tipo de operativos son importantes para evitar que los reclusos mantengan contacto con el exterior y para prevenir que disfruten de privilegios indebidos.
A pesar de estos esfuerzos, los reclusos han encontrado métodos innovadores para comunicarse con el exterior, utilizando principalmente redes móviles y satelitales para no dejar rastros. Estos métodos se han vuelto más comunes desde el incremento de los operativos policiales en las cárceles, que frecuentemente resultan en la incautación de dispositivos de comunicación.
Estrategias de los líderes de pandillas
La PNC ha mencionado que los líderes de pandillas han desarrollado nuevas estrategias para continuar con sus operaciones delictivas desde las cárceles. Utilizan testaferros para manejar negocios aparentemente legítimos, como servicios de taxis y tiendas, que en realidad funcionan como fachadas para actividades criminales. Estos testaferros prestan sus nombres y servicios para que los pandilleros puedan evadir la vigilancia policial y seguir manejando sus operaciones.
Debido a que los mareros y sus familiares están bajo constante investigación y no pueden usar servicios bancarios, recurren a personas de confianza para que administren sus finanzas de manera legal. Estos testaferros, además, se encargan de adquirir servicios de telefonía satelital, los cuales son esenciales en áreas de difícil acceso y permiten mantener la comunicación sin ser detectados.
Perfil de los testaferros
Los testaferros de los líderes de pandillas generalmente son personas con un buen nivel económico, sin vínculos aparentes con grupos delincuenciales y que no visitan las cárceles regularmente. Este perfil les permite operar con mayor discreción y minimizar el riesgo de ser descubiertos.
El director de la PNC, David Boteo, explicó:
Si usted tiene mototaxis o tiendas, ellos invierten ese dinero en usted para que les maneje su efectivo y sus finanzas.
A pesar de las requisas y los esfuerzos continuos de la PNC para desmantelar estas redes, los líderes criminales siguen encontrando formas de adaptarse y evolucionar. La tecnología, en particular, juega un papel crucial en esta dinámica, permitiendo a los reclusos mantener el control y la comunicación con sus cómplices en el exterior. Esto representa un desafío constante para las autoridades, que deben innovar y adaptar sus estrategias para combatir estas prácticas.
Futuro de la seguridad carcelaria
Las autoridades están conscientes de la necesidad de mejorar y actualizar continuamente las medidas de seguridad en las cárceles. Esto incluye no solo el fortalecimiento de las requisas, sino también el desarrollo de tecnologías que puedan bloquear o detectar comunicaciones ilegales. La cooperación con empresas de telecomunicaciones y la implementación de sistemas más avanzados de monitoreo y control son pasos necesarios para enfrentar este problema.
La requisa en la cárcel de Izabal resalta tanto la persistencia de las prácticas ilegales dentro de los centros penitenciarios como la capacidad de adaptación de los criminales. La lucha contra la comunicación y las operaciones ilegales desde los centros penitenciarios es una batalla continua en la que el Gobierno está comprometido.
Fuente: Agencia Guatemalteca de Noticias.