La amenaza silenciosa a la ciberseguridad: La fatiga de alertas

En el mundo de la ciberseguridad, hay una amenaza silenciosa que puede pasar desapercibida, pero que puede tener consecuencias devastadoras: la fatiga de alertas. Esta condición ocurre cuando los miembros de los equipos de respuesta a incidentes de seguridad (CSIRT) se enfrentan a una gran cantidad de alertas y notificaciones, muchas de las cuales resultan ser falsos positivos.

La fatiga de alertas puede llevar a los miembros del equipo a desarrollar una mentalidad de “crianza” o “indiferencia” hacia las alertas, lo que puede provocar que ignoren o no respondan adecuadamente a incidentes reales. Esto puede deberse a varios factores, como la frustración, la desensibilización, el agotamiento y el sesgo de confirmación.

Las consecuencias de la fatiga de alertas pueden ser graves, mas cuando los equipos de seguridad se enfrentan repetidamente a falsas alarmas, estas, pueden volverse indiferentes a las alertas, lo que puede llevar a que ignoren o respondan inadecuadamente a incidentes reales, dejando a sus organizaciones vulnerables a ciberataques.¿Qué impulsa la fatiga de alertas? Hay varios factores en juego:

  • Frustración: Investigar falsos positivos puede ser un proceso tedioso y consumidor de recursos, lo que puede llevar a la frustración entre los miembros del equipo de seguridad.
  • Desensibilización: La exposición repetida a falsas alarmas puede llevar a una disminución en la importancia percibida de las alertas, lo que hace que sea menos probable que los miembros del equipo tomen medidas cuando ocurre un incidente real.
  • Agotamiento: El estrés y la carga de trabajo asociados con la gestión de alertas pueden llevar al agotamiento, reduciendo la capacidad del equipo para responder efectivamente a incidentes.
  • Sesgo de confirmación: Los miembros del equipo de seguridad pueden buscar confirmación de que una alerta es falsa, en lugar de considerar la posibilidad de que sea real.

 La fatiga de alertas puede tener efectos significativos en los miembros del equipo de ciberseguridad, tanto a nivel psicológico como físico. A continuación, se presentan algunos cuadros que pueden indicar la presencia de fatiga de alertas en la oficina:

Efectos Psicológicos:

  1. Frustración y desánimo: Los miembros del equipo pueden sentirse frustrados y desanimados por la cantidad de alertas falsas que deben investigar, lo que puede llevar a una disminución de la motivación y la moral.
  2. Ansiedad y estrés: La presión de responder a alertas y la responsabilidad de proteger la organización pueden generar ansiedad y estrés en los miembros del equipo.
  3. Desensibilización: La exposición repetida a alertas falsas puede llevar a una desensibilización hacia las alertas en general, lo que puede hacer que los miembros del equipo sean menos propensos a responder a alertas reales.
  4. Pérdida de confianza: La fatiga de alertas puede llevar a una pérdida de confianza en los sistemas de detección de anomalías y en la capacidad del equipo para responder a incidentes.
  5. Burnout: La carga de trabajo y el estrés asociados con la gestión de alertas pueden llevar a un burnout, es decir, una condición de agotamiento físico, emocional y mental.

Efectos Físicos:

  1. Fatiga física: La falta de sueño y la carga de trabajo pueden llevar a una fatiga física, lo que puede manifestarse en forma de cansancio, dolores de cabeza y problemas de salud relacionados con el estrés.
  2. Problemas de salud: La ansiedad y el estrés crónicos pueden contribuir a problemas de salud como la hipertensión, la diabetes y la enfermedad cardiovascular.
  3. Cambios en el comportamiento: La fatiga de alertas puede llevar a cambios en el comportamiento, como la irritabilidad, la impaciencia y la falta de concentración.
  4. Error humano: La fatiga física y mental puede aumentar la probabilidad de errores humanos, lo que puede tener consecuencias graves en la seguridad de la organización.

Indicadores de fatiga de alertas en la oficina:

  1. Aumento de errores: Un aumento en el número de errores cometidos por los miembros del equipo al investigar alertas.
  2. Demora en la respuesta: Una demora en la respuesta a alertas y incidentes, lo que puede indicar una falta de motivación o una sobrecarga de trabajo.
  3. Disminución de la productividad: Una disminución en la productividad y la eficiencia del equipo, lo que puede ser causada por la fatiga y la desmotivación.
  4. Aumento de las quejas: Un aumento en las quejas y la frustración expresadas por los miembros del equipo respecto a la cantidad de alertas falsas y la carga de trabajo.
  5. Cambios en el comportamiento: Cambios en el comportamiento de los miembros del equipo, como la irritabilidad, la impaciencia y la falta de concentración.

Pero ¿cómo podemos combatir esta amenaza silenciosa? La respuesta es simple: reconocerla y aprender a detectarla. Si se reconoce y se aprende a detectar la fatiga de alertas dentro de los equipos de trabajo, se deben tomar medidas para mitigarla. Para mitigar los efectos de la fatiga de alertas, los equipos de seguridad pueden implementar varias estrategias:

  • Mejora de la calidad de las alertas: Implementar sistemas de detección de anomalías más precisos para reducir la cantidad de falsos positivos.
  • Priorización de alertas: Establecer un sistema de priorización de alertas para que los miembros del equipo se centren en las más críticas y urgentes.
  • Automatización de tareas: Automatizar tareas repetitivas y tediosas para reducir la carga de trabajo y el estrés asociados con la gestión de alertas.
  • Rotación de tareas: Rotar las tareas y responsabilidades entre los miembros del equipo para evitar el agotamiento y la desensibilización.
  • Capacitación y concienciación: Proporcionar capacitación y concienciación sobre la importancia de responder a las alertas y la necesidad de mantener una mentalidad de vigilancia.

Es importante que los equipos de ciberseguridad en los CSIRT sean conscientes de este y de muchos otros sesgos y, que tomen medidas para mitigarlos como:

  • El Implementar procesos y procedimientos objetivos para evaluar las alertas y incidentes.
  • Proporcionar capacitación y concienciación sobre los sesgos cognitivos.
  • Fomentar la diversidad de perspectivas y opiniones dentro del equipo.
  • Utilizar herramientas y tecnologías para automatizar y objetivar la evaluación de alertas e incidentes.
  • Debe realizar análisis de incidentes y revisiones post-incidente para identificar y aprender de los sesgos y errores (Cosa que muchos no hacen).

Al reconocer y abordar la fatiga de alertas podemos asegurarnos de que los equipos CSIRT y SOC, puedan estar preparados para enfrentar esta amenaza silenciosa que destrulle la salud de muchos profesionales. Es hora de hablar sobre ella y tomar medidas para combatirla.